MUSEOS. Museo Athletic Club de Bilbao
José Arrue Equipo del Athletic Club, 1915 Museo Athletic Club San Mamés |
José Arrue Primer campo de fútbol en San Mamés, 1913 Museo Athletic Club San Mamés |
Con la finalidad de ampliar la información sobre el original y asombroso cuadro de José Arrue Primer campo de fútbol en San Mamés (El Campo del Athletic, 1913), que el Museo del Athletic Club de Bilbao expone en su sede, nada mejor que realizar la transcripción del primer artículo que Borja Valle Sarasketa publicó en su blog el 16 junio de 2015, o la referencia al mismo cuadro que Danilo Comino hizo el 18 de marzo de 2016 en su bonita página titulada Art&Football, página que hemos utilizado para elaborar el artículo.
Por otro lado hemos extraído información del extenso y estupendo libro de Kosme Barañano Bilbao y la pintura publicado con motivo de la exposición que tuvo lugar en el Museo Guggenheim de Bilbao entre enero y agosto de 2021. En la exposición, que Barañano comisarió, se expuso el cuadro de José Arrue Equipo del Athletic Club
José Arrue, Primer campo de fútbol en San Mamés, circa 1913-14. Gouache sobre cartulina, 69 x 102,5 cm. Bilbao, Athletic Club de Bilbao |
Borja Valle Sarasketa se define como un admirador del fútbol vasco antiguo, del Athletic y de la Euskal Selekzioa. En junio de 2015 anunció el inicio de un nuevo blog titulado Memorias de un Athleticzale dedicando el primer artículo al cuadro de José Arrue:
“Memorias de un Athleticzale” 001 – El Campo del Athletic de José Arrúe. (1913)
La lentitud con que se estaban procediendo al cambio de
pavimento en la calle del Arenal, era una cosa ya vergonzosa y hasta irritante.
No había derecho ni fuerza mayor ninguna, que pudiera justificar el que una de
las principales vías de nuestra villa permaneciera día tras día, poco menos que
interceptada para la circulación, con perjuicios evidentes para el tráfico
rodado e incluso para los transeúntes, a quienes se les dificultaba el paso a
la calle Correo y se les molestaba al subir y bajar de los tranvías.
Aquella mañana acompañaba a Ramón Belausteguigoitia, el
famoso delantero izquierdo del Athletic, a la clínica del notable especialista
de huesos y articulaciones del doctor Musatadi, para que el rojiblanco se
sometiera a un tratamiento especial con objeto de curarse rápidamente la fuerte
contusión que el día pasado, en un partido contra el Arenas, había recibido en
la rodilla izquierda y así poder participar en el próximo campeonato de Copa
que se iba a disputar en unos días en Madrid. La Copa de 1913 debería volver a
Bilbao, su casa.
Los hermanos Ramón y Joshe Mari Belaustegigoitia |
Mientras Ramón subía al primero izquierda del n.º6 de la
Gran Vía bilbaína a pasar consulta, yo prolongué mi paseo hasta el n.º20 donde
se encontraba el taller fotográfico de la Compañía General de Material
Fotográfico Lux, del fotógrafo García-Razquin y Manuel Torcida Torre un
santanderino afincado en Bilbao a quien a finales del siglo XIX los hermanos
Lumière lo habían persuadido para que instalase una representación de su firma
en la villa.
Cuando vi agitarse a la multitud en la Gran Vía, ante el
salón de la Casa Lux, no podía menos que extrañarme. No creía que Pepe Arrúe,
nuestro gran pintor humorista, terminara tan pronto el cuadro que el Athletic
le había encomendado.
Se trataba de una verdadera obra de arte. Era el campo del
Athletic tal y como sería cuando quedase terminado, allá por el mes de Abril
según las estimaciones previstas de la Junta directiva del equipo de Hurtado
Amézaga.
Campo del Athletic. José Arrúe Valle (1913) |
El cuadro representaba el gran paisaje que se
extendía frente a la Misericordia, pero su asunto preferente era el campo
de foot-ball que estaba construyendo el Athletic. Tenía encantos de la
perspectiva, pero también el atractivo del detalle. Se estaba jugando un partido.
La bandera rojiblanca del Club ondeaba al viento. Se advertía en los jugadores
todas las bellas actitudes del juego. Pero lo que maravilla era aquel apiñado
de gente que había en la parte de general. Me habían dicho que había más de mil
personas, todas perfectamente dibujadas, en aquel reducido espacio. Verdadera
labor china, que requería habilidad como paciencia.
El fondo del cuadro no era menos sugestivo. Imposible
interpretar mejor aquel paisaje campesino con sus grandes perspectivas, sus
árboles, caseríos, el sombrío color de sus montañas. Ilumina el cuadro una luz
llena de matices, dominando ese verde agrío, tan propio de nuestros paisajes.
El autor de El baile, La romería y tantas y tantas otras
clásicas obras, había idealizado nuestro futuro campo. Por lo que se veía,
había de resultar una cosa preciosa. Las localidades de general y preferencia
quedarían a bastante más altura que el campo. Era el ideal de todo terreno.
Además, entre esta última y la tribuna, existía un espacioso paseo rodeado de
jardincillos, a la inglesa. Llamaba la atención la espaciosa tribuna con sus
elegantes columnas y su armonioso conjunto.
Se podía felicitar efusivamente una vez más a la junta
Athlética por su feliz iniciativa. Sin dudar, el cuadro de Arrúe habría de ser
el más precioso adorno de su sede para el resto de su historia.
José Arrue, izquierda, y Mogrovejo en 1909 |
Arrúe manejó algo mejor que su compañero Mogrovejo la muleta y parecía saber para que servía el trapo. A su primero le dio media estocada aceptable y un descabello. Hubo muchos aplausos a la simpatía. A su segundo lo mató de varios pinchazos y media estocada buena y un descabello después de varios intentos. En una de las embestidas el astado se llevó por delante al matador sin mayores consecuencias.
Sin lugar a dudas, Arrúe manejaba mucho mejor el pincel que
el estoque según lo demostraría años después. Ya por entonces se dedicaba a dar
clases de dibujo de figura en la Escuela de Artes y Oficios que se hallaba
situado en el antiguo Colegio de San Andrés, hoy sede del Museo Vasco, en pleno
Casco Viejo. Al año siguiente, curso 1910-11, la Escuela se trasladaría al
edificio de los Santos Juanes de Atxuri, vacante en aquel momento por el
traslado del Hospital a su actual emplazamiento en Basurto en los aledaños del
Campo de San Mamés.
La fotografía que reproduce Borja Valle Sarasketa fue publicada por la revista Novedades el 24 de octubre de 1909 con motivo del debut taurino de José Arrue ante el público de Bilbao. El hecho tuvo lugar en la recién inaugurada Plaza de Indautxu, con capacidad para 8000 espectadores, el domingo 17 de octubre. En la fotografía, además de José Arrue, aparece Luis Mogrovejo, marino mercante, primo de Nemesio Mogrobejo, buen amigo y participante de las tertulias del Arriaga, donde se originó la apuesta taurina de José Arrue. La lidia estuvo dirigida por Antolín Arenzana, Recajo, fotografiado entre los dos "toreros" aficionados. Los "trastos", tal y como se refería José Arrue a la muleta y al capote, fueron prestados por su otro gran amigo Fernando Ugarte Revenga, El chico del Imparcial y el traje de luces, por el propio Recajo.
El Pueblo Vasco 5-III-1913 |
José Arrue, Equipo del Athletic Club, 1915. Gouache sobre cartulina, 52,5 x 103,5 cm. Bilbao, Athletic Club de Bilbao |
José Arrue, Aunque el fútbol es juego de destreza, hace falta también tener cabeza, y, cuando el caso apura, resulta muy eficaz tenerla dura, 1914 |
(Esta imagen reproduce la tarjeta postal n.º 13 editada por la Casa Lux en 1914. La colección completa, iniciada en 1911, constaba de 17 tarjetas postales, que reproducían cuadros de José Arrue realizados desde 1911 hasta 1915).
José Arrue, Romería en Arrancudiaga, 1919. Colección particular |
Kosme Barañano, en el libro anteriormente citado Bilbao y la pintura, aporta algunos datos interesantes sobre los jugadores que aparecen en el cuadro Equipo del Athletic Club:
Cecilio Ibarreche (1892–1961), portero, fue titular en tres finales de Copa consecutivas; después fue árbitro y tuvo una tienda de deportes; más tarde fue jefe de talleres en La Naval de Sestao.
Luis Hurtado (1890–1950), defensa lateral izquierdo, estuvo dieciocho temporadas y jugó 83 encuentros oficiales, un récord para la época.
Luis María Solaun (1893–1955), defensa lateral derecho, era de Plencia, ingeniero industrial; Rosa Solaun compra Romería en Arrancudiaga, deArrue, en 1922.
Luis Iceta (1890–1966), defensa central, capitán y luego seleccionador nacional.
Esteban Eguía Hormaechea (1890–1966), centrocampista, con 42 partidos oficiales, era de Guecho.
Severino Zuazo (1893–1980), medio centro derecho, fue ingeniero, hermano del arquitecto Secundino Zuazo.
Jose María Belausteguigoitia (1889–1964), mediocentro izquierdo, fue abogado, participó en la mítica selección española en los Juegos Olímpicos de Amberes, 1920 (medalla de plata); se casa con Dolores Zuloaga, sobrina del pintor Ignacio Zuloaga.
Ramón Belausteguigoitia (1891–1981), delantero extremo derecho, estudió para abogado e ingeniero agrónomo en Londres y se fue a México.
Rafael Moreno, “Pichichi” (1892–1922), delantero extremo izquierdo, jugador rápido y ofensivo, mucho más pequeño de lo que le representa Arrue, con un tiro muy potente.
Germán Echevarría (1891–1966), segundo delantero exterior derecho, llamado “Maneras” por su estilo de moverse y de abrir espacios.
Alfonso “Apón” González Gorbeña (1890–1946), segundo delantero
exterior izquierdo, con gran astucia y olfato de gol, y con buen tiro.
(...) En esta bella foto fija del Athletic el pintor Arrue se permite licencias compositivas: el más grande es el portero y el más significativo por actitud, "Pichichi". Ibarreche, el portero, era un gigante en la época, de más de 1,95 m, pero tenía la misma altura que Jose María Belauste, a la izquierda, que aparece más pequeño. Arrue engrandece asimismo a “Pichichi”, que era de la altura de “Apón”, a su izquierda, ambos de un escaso 1,60 m. Como si previera que “Pichichi” se iba a convertir en héroe local, Arrue lo mitifica en su pintura, le hace el hombre fuerte junto al portero. Además, en esta pintura icónica, entre fotografía oficial del club e icono bizantino, “Pichichi” e Ibarreche no miran al frente, sino a su derecha, y están de perfil. No miran al fotógrafo, ni al pintor, miran a la historia pasada.
(…) José Arrue es uno de nuestros grandes documentalistas, tanto de la ciudad como de las anteiglesias, una especie de Pieter Brueghel del siglo XX. (...) Arrue no es un simple caricaturista de la sociedad aldeana de las anteiglesias, sino el mejor retratista de Bilbao y de sus gentes. Su forma de retratar congela ese momento de éxito del Athletic o del Sporting; es una radiografía en color del deporte y de sus gentes; uno de los pintores más personales de todos los tiempos en la pintura vasca.
La imagen del cuadro Equipo del Athletic Club, sobradamente conocido y reconocido, va a ser ampliamente difundida a partir de la decisión tomada por el club, en enero de 2023, de obsequiar con una lámina conmemorativa a cada uno de los clubes que se han enfrentado al Athletic, más de medio millar, en los 125 años de su historia. El primero en recibir el obsequio ha sido el Osasuna.
Reproducimos la noticia aparecida en Deia el 10 de enero de 2023:
El Athletic dará un obsequio a
más de medio millar de clubes con motivo del 125 aniversario
El club bilbaino inicia con Osasuna este gesto de
“gratitud y reconocimiento” hacia quienes han sido sus rivales a lo largo de la
historia
Eduardo Oyarzabal
El
presidente del Athletic, Jon Uriarte, hace entrega de la lámina conmemorativa
del 125 aniversario al presidente de Osasuna, Luis Sabalza. Athletic Club |
El Athletic ha informado de que con motivo del 125 aniversario
del club bilbaino se hará entrega de un obsequio a más de medio millar de
clubes que han sido rivales a lo largo de estos años de historia. Este
gesto se inició ayer, siendo Osasuna el primero de los clubes que
recibirán este regalo conmemorativo.
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